Borisov

Borisov es una ciudad de Belarús de 150 700 habitantes. Está situada junto al río Berezina en la Provincia de Minsk.

Borisov fue fundada en 1102 por el príncipe Boris Vseslavovich.

En 1812 el ejército de Napoleón su­frió una de sus mayores derrotas en la batalla de Berezina, du­rante la retirada de su invasión rusa.

En 1871 se construye cerca de Borisov la estación de fer­rocarril de la línea entre Brest y Moscú, la zona alrededor de la estación fue anexionada por la ciudad en 1900.

En noviembre de 1917 forma parte de la Unión Soviética. Desde 1918 a 1920 la ciudad fue ocupada por Alemania, prime­ro, y por Polonia, después. Posteriormente, pasa a formar parte de la República Socialista Soviética de Bielorrusia.

Durante la Segunda Guerra Mundial la ciudad fue ocupada por la Alemania Nazi desde el 2 de julio de 1941 hasta el 1 de julio de 1944, tiempo durante el cual gran parte de la ciudad quedó destruida. Alrededor de la ciudad se construyeron seis campos de exterminio, en los cuales fueron asesinadas más de 33000 personas.

Después de la guerra la ciudad se convierte en un impor­tante centro industrial con 41 grandes fábricas.

El paso de Berezina cerca de Borisov, según los históricos, se hizo una de las más tristes páginas de la historia de las tropas de Napoleón. Habiendo perdido cerca de 50 mil personas, la mayor parte de la artillería, el 26 de noviembre el ejército francés dejó de existir como las fuerzas organizadas. En el año 2002 cerca del pueblo Studenka, donde en las tumbas sin nombres han encontrado el último refugio más de 8 mil representantes de todos los países europeos, fue inaugurado el monumento a las víctimas de la tragedia de 1812 en Berezina. El monumento al heroísmo de los soldados rusos está establecido en el campo Brilevskoe en la costa derecha de Berezina. Al lado se encuentra la placa conmemorativa donde está escrito "Francia recuerda a sus héroes".

En el campo Brilevskoe se puede estar admirando muchas horas el panorama de Berezina, recordando los acontecimientos ya pasados... Soñar con los tesoros de Napoleón. La mayoría de los históricos considera que la pérdida de los tesoros Napoleóni­cos tenía lugar aquí junto al paso de Berezina. Además todos los habitantes del lugar no dudan de que las huellas de la "carroza del oro" se han perdido aquí!

El edificio antiguo de la arquitectura religiosa que se ha conservado en la ciudad es la iglesia católica elevada en los años 1806-1823. La plaza vieja rodeada por la alcaná ha conservado los rasgos característicos de la arquitectura del siglo XIX y es el modelo más interesante de la arquitectura provincial civil.

También representa el interés la catedral ortodoxa Voscresenskiy al lado de la cual durante el año del 900° aniversario fue establecido el monumento a su fundador el príncipe Borís. En sus manos él tiene la espada, y sobre él anda el ángel con el rostro de la monja Eupraksia, la prima menor de Eufrosinia Polotskaya.

Kósovo. El Palacio de los Puslovskiy

Uno de los palacios más bellos y más jóvenes de Belarús se encuentra en la región de Brest, cerca del pueblo Kósovo.A pesar de que este palacio tenía varios propietarios, siempre fue famoso por el nombre de su fundador Vandolin Puslovskiy.

Hay que notar que Kósovo tiene la fama mundial gracias a otra persona. No muy lejos del lugar donde en 1838 comenzó la construcción del palacio se encuentra hacienda Merechevschina donde en el año 1746 nació Andrey Tadeush Kostiushko que es un héroe nacional de Belarús, Polonia, Estados Unidos y Fran­cia. Actualmente en la hacienda Merechevschina se sitúa el mu­seo de Tadeush Kostyushko. El destino principal de la hacienda es reconstituir la historia del pueblo bielorruso, dar la represen­tación correcta sobre la vida de la nobleza polaca-bielorrusa.

Sabiendo de este acontecimiento en la historia los Puslovskiy construyeron su palacio cerca de la hacienda de Kostiushko. El fundador del palacio es el gobernador Kazimir Puslovskiy que era un empresario muy importante en aquel entonces. ¡El con­struyó un palacio de lujo! El palacio blanco con 12 torres que eran el símbolo de 12 meses del año, fue construido de manera que el sistema de los pasillos y de las ventanas permitía a los rayos del sol penetrar en cada rincón del palacio.

El palacio en Kosovo tiene muchos misterios y leyendas. Dicen que hay un pasillo subterráneo que lo vincula con el pala­cio de Ruzhany, aunque se sitúan a 25 kilómetros uno de otro. El palacio era muy lujoso. Había 132 habitaciones, y ninguna de ellas se parecía a otra. Dicen que el suelo de una de las salas del palacio era de cristal, y debajo de el flotaban peces exóticos. También en el palacio había una biblioteca, donde había más de 10 mil libros.

Hay una leyenda que dice que los amos del castillo tenían un león, cada noche el animal paseaba por los pasillos del palacio para que los criados tuvieran miedo de robar algo.

La familia de los Puslovskiy sabía divertirse. Uno de los en­tretenimientos era el paseo veraniego en el trineo. Desde la ter­raza superior cubrían por las sábanas las sendas y echaban la sal, y todo era preparado para el descenso en trineo.

También los Puslovskiy se preocupaban mucho por su pue­blo. Gracias a ellos en Kósovo fueron construidos la fábrica, el molino, la fábrica de ladrillos, la máquina de vapor.

El destino del palacio es triste. El tercer propietario del Pa­lacio de los Puslovskiy Leonard se vio obligado a venderlo por las deudas contraídas en el juego de cartas. Después el palacio tenía muchos propietarios perdiendo su grandeza y lujo. Además las guerras lo devastaron totalmente. Durante la Segunda Guerra Mundial los invasores exterminaron casi toda la población judía de la ciudad. Antes de la guerra los judíos componían dos tercios de la población de Kosovo, y gracias a ellos la ciudad era cono­cida como un centro de artesanía. La guerra redujo la población de Kosovo siete veces.

Hoy día el palacio está de restauración y ya se pude ver ciertos resultados. Restaurar por completo el palacio es un obje­tivo principal de autoridades locales y sin embargo es demasiado serio y difícil. La gran maestría de la gente que lo elevó es muy difícil de repetir.

Lec. 24 Mosar

En el distrito de Glubokoe, en la región de Vitebsk hay un pueblo maravil­loso llamado Mosar. Hace más de veinte años llegó al pueblo el sacerdote Uozas

Bulka y la vida del pueblo se cambió radicalmente. Uozas Bulka era el enemigo ferviente del alcohol. Se negaba a celebrar la misa de cuerpo presente, bautizar a los niños, celebrar la boda si al­guien estaba borracho.

Ahora en las calles de Mosar rara vez se ve a un hombre bor­racho. Además, no lejos de la torre del campanario fue creado el museo antialcohólico.

Y esto no es el único mérito del sacerdote Bulka. Alrededor de la iglesia de Santa Ana que fue fundada en 1792 y donde se encuentran los restos de Santo Yustin, hicieron un jardín de sorprendente belleza, con varias esculturas, céspedes, estanques, con lirios blancos y morados, puentes, fuentes y flores. Y por su belleza Mosar lo llaman "Versal bielorruso". Desde la iglesia se oye la magnífica música de órgano. Este lugar, verdaderamente extraordinario, fascina a muchos peregrinos y turistas. Todo el territorio siempre está atendido por los residentes locales. Ellos han unido sus fuerzas para mantener el orden y la belleza alrededor de la iglesia. ¡Pero esto no es todo! En el cementerio local han restaurado la capilla. La tumba del primer sacerdote de la parroquia está adornada con la escultura de la Virgen. El cementerio no está rodeado de tapia, es un lugar lleno de luz con los paseos adornados de las esculturas de ángeles.

Al cementerio más grande de Mosar llevan dos caminos: "Camino de la vida" para los visitantes del sementerio, y "Cami­no de los Muertos" por el que acompañan a los muertos en su último viaje. El amor de los aldeanos a la belleza también se manifiesta en el deseo de perfeccionar y labrar la jardinería en sus propias casas. Pero antes de la llegada del sacerdote católico Bulka el lugar donde hoy se encuentra el jardín estaba desarre­glado y las tierras estaban abandonadas.

Bulca con los aldeanos cambiaron totalmente el aspecto de Mosar. En el lugar de los campos abandonados fueron creados espacios ajardinados con los estanques y colinas con las glorietas. Todo esto está vinculado por una cruz de 25 metros que se con­sidera la cruz más alta en Belarús. Y toda esta obra fue dirigida por el hombre que ya tenía más de sesenta años.

Detrás de la iglesia hay una pequeña granja. ¡En la granja se crían pollos, pavos y hasta avestruces!

Por primera vez en Belarús, en el pueblo de Mosar frente a la iglesia central fue erguido el monumento al Papa Juan Pablo II.

En 2005, el padre Uozas Bulka fue el primer sacerdote de la Iglesia Católica en Belarús que fue condecorado con el premio estatal por "renacimiento espiritual".

Murió el padre Uozas Bulka el 9 de enero de 2010.

Дата добавления: 2014-01-11